La desinfección consiste en hacer inofensivo un material potencialmente dañino, de manera que ya no exista el riesgo de infección por este material. Las boquillas de Lechler hacen una contribución decisiva aquí.
¿Dónde es necesaria la desinfección?
La desinfección es necesaria en todos los lugares donde se producen gérmenes, virus o bacterias y donde estos gérmenes, virus o bacterias pueden causar daños. Esto se aplica, por ejemplo, en hospitales o consultorios médicos, pero también en la producción de alimentos o en el cuidado y la limpieza de los textiles. Los desinfectantes también son indispensables para el uso doméstico normal.
¿Cómo se hace la desinfección?
Durante la desinfección, el recuento de bacterias es llevado a un nivel no crítico por un desinfectante adecuado. Además de la elección del desinfectante adecuado, también hay que prestar atención al correcto funcionamiento y al tiempo de exposición del desinfectante.
¿Qué debe observarse?
Los desinfectantes más comunes son, por ejemplo, el ácido peracético, el peróxido de hidrógeno, los aldehídos, los alcoholes y, como se conoce de las piscinas interiores y exteriores, el cloro. Todos estos medios son productos peligrosos, por lo que se recomienda encarecidamente su uso cuidadoso y bien dosificado. Para la dosificación correcta ayuda a atomizar el medio con boquillas.
Los desinfectantes deben atomizarse lo más finamente posible, ya que las gotas finas aumentan significativamente la superficie reactiva.
Una gran superficie reactiva es importante para asegurar que el desinfectante se aplique a cada área y que el agente pueda actuar de manera dirigida. Además, una gran superficie reactiva ayuda a ahorrar medio, lo que reduce los costos y es bueno para el medio ambiente.
Para generar las finas gotas necesarias para una gran superficie reactiva, se utilizan clásicamente boquillas de cono hueco. Dependiendo del flujo de volumen requerido y de la superficie a desinfectar, se pueden utilizar diferentes tamaños de capacidad.
Las series Lechler 220 y 214/216 de acero inoxidable de alta calidad 1.4404 son especialmente adecuadas para la atomización de desinfectantes.
Atomización de cono hueco, extremadamente fina, como la niebla.
Una fina y uniforme atomización de cono hueco.
Alineación automática del rayo a través de la guía de cola de milano. Ángulos de voladura estables. Distribución uniforme y parabólica del líquido. Las boquillas que rocían en un patrón de rociado tienen una distribución de líquido extremadamente uniforme.
Si las gotas son realmente mínimas, se recomienda el uso de boquillas de dos sustancias. Usando aire comprimido como medio de atomización, la presión del líquido puede mantenerse baja. Sin embargo, se producen gotas muy finas y una gran superficie reactiva. Además de la desinfección de las superficies, estas boquillas también pueden utilizarse para habitaciones enteras.
Para ello se recomiendan las lanzas atomizadoras Lechler serie 136, 176 y las lanzas atomizadoras de dos componentes Lechler.
Atomización de chorro fino y plano por medio de aire o gas.
Particularmente la fina atomización de chorro plano por medio de aire o gas.
Atomización de chorro fino y plano por medio de aire o gas.
Posibilidad de regulación por separado de la atomización y la voladura de aire. Por lo tanto, es posible el ajuste individual del ángulo del chorro y el tamaño de la gota.
Atomización más fina, superficie reactiva máxima.